Guaraní y Racing protagonizaron un primer tiempo demasiado pensado en el Defensores del Chaco por la penúltima fecha del Grupo 8 de la Copa Libertadores. Ambos elencos desentonaron en la creación y casi no inquietaron a los porteros en la etapa inicial.
No obstante el ingreso de Federico Santander, en el complemento, fue letal y cambió la historia del encuentro. El delantero abrió el marcador y fortificó el juego local que ganó en confianza. Cuando el Aurinegro se disponía en replegar su línea para sufrir la victoria llegó el tanto tranquilizador de Marcelo Palau. Un golazo.
Con este resultado, el conjunto paraguayo acumula 8 unidades y se mantiene como escolta de su rival de este martes que domina todavía el grupo con 9 puntos, pero que con la caída postergó su pase a los octavos de final. El Indio cerrará sus presentaciones en esta fase el próximo 14 de abril cuando mida a Sporting Cristal peruano a las 19:15.
EL PARTIDO. El Aborigen asumió el protagonismo al hacer suyo el pulso del partido con lo que atascó el juego de Racing e impidió algún pase filtrado hacia la dupla ofensiva siempre amenazante de Bou y Milito. Un línea de tres defensores, un mediocampo de quite y juego con Mendoza y Palau, posibilitó al elenco paraguayo trabajar el encuentro utilizando el ancho de la cancha.
Un presión alta ejercida por Fernando Fernández dio la primera opción al goleador aurinegro que al rescatar el balón de Pablo Alvarado no tardó en desenfundar un tiro potente que exigió a Sebastián Saja. (4 m). Guaraní mostró en esos instantes un semblante más fortalecido y tiró su propuesta por el carril derecho con Eduardo Filippini, aunque también tuvieron correctas intervenciones Julián Benítez y Darío Ocampo.
Racing tardó en sintonizar sus líneas, además tuvo dificultades en las salidas, las que no fueron aprovechadas por los hombres de Jubero. El compromiso se volvió muy pensado, estratégico, meticuloso en las acciones, antes de pasar al mando del elenco visitante, que a pesar del barullo sostenido creó la chance clara a los 32′ cuando Castillón recortó de Luis Cabral hacia adentro y sacó un remate a la posición del portero local.
Muy poco en 45 minutos para un duelo de equipos que ostentan una recargada ofensiva. No obstante ambos elencos contaminaron con urgencias la gestación y los creativos tuvieron limitadas posibilidades en la zona de ejecución.
El reinicio no varió la tónica en el Defensores del Chaco. Guaraní se mantuvo en la pasividad, el visitante tampoco mostró demasiada ambición ya que el empate le ubicaba en los octavos de final. Con la idea de tener más verticalidad, Diego Cocca desintegró su dupla de atacantes al enviar a Brian Fernández en vez de Bou (53 m).
El recién ingresado tuvo todo para quebrar el cero a los 59′ cuando Washington Camacho le puso cara a cara con Alfredo Aguilar. El portero ganó la pulseada al sacar con el brazo derecho y evitó una gran cachetada. Ante todo esto, el equipo visitante siguió manejando el balón, por momentos a placer, y dejó solo rendijas para el quehacer individual de Julián Benítez.
Como solución al gran problema, Fernando Jubero mandó a la cancha a Federico Santander a los 64′ por Fernando Fernández y el “Ropero” revolucionó el juego aborigen. Dos después de su ingreso el delantero se despojó de dos defensores y con un tremendo zapatazo puso arriba al Aurinegro. El gol despertó a Racing y pudo empatarlo primero con Marcos Acuña (69 m) y luego con Diego Milito (78 m).
Cuando Guaraní se predisponía en sostener el resultado mínimo replegando sus líneas, Marcelo Palau sorprendió a Saja con un remate de larga distancia y firmó un gol de otro partido para dar tranquilidad a los aborígenes. El Aurinegro aguantó bien lo que restó del partido y ahora buscará sellar en Perú la ansiada clasificación a los octavos de final. Este martes dio un gran paso hacia ella.