Mitchell luego le pidió a Gene Palmer, un guardia de la prisión, llevar la carne al Centro Correccional Clinton y dársela a Richard Matt, dijo la fuente.
Palmer no pasó la carne por el detector de metales, una violación de la política de la cárcel, según la fuente.
El abogado de Palmer, Andrew Brockway, dice que su cliente no sabía que había algo en la carne y que fue engañado por Mitchell. Matt es uno de los dos asesinos que escaparon.
El Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos ha agregado a los asesinos convictos a su lista de 15 fugitivos más buscados y ofrecieron una recompensa de 50.000 dólares por información que lleve a su captura.
Encuentran botas de uno de ellos
Una fuente policial le dijo a CNN que los dos fugitivos de la prisión salieron a toda prisa de la cabaña en la que las autoridades encontraron su rastro y dejaron atrás varios artículos personales, entre ellos un par de botas.
Además, también dejaron lo que parecen ser provisiones que habían planeado llevar con ellos.
El descubrimiento del par de botas, dice la fuente, sugiere que uno de los fugitivos puede ir descalzo, mermando aún más su capacidad de moverse a través de la montaña.
Sin embargo, la fuente no pudo establecer si había otro par de zapatos en la cabaña que los fugitivos habrían podido llevar con ellos.
La fuente dijo que el espesor del terreno, las bajadas empinadas, y la lluvia están desacelerando a los equipos de búsqueda. La diferencia, sin embargo, es que a diferencia de los presos, los investigadores rotan, tienen descansos y comen, y en general están mejor equipados para manejar la dureza del ambiente.