En la noche de este domingo se realizó el único debate presidencial antes de las elecciones generales entre Mario Abdo Benítez, de la ANR, y Efraín Alegre, de la Alianza GANAR.
Ante los cuestionamientos de que no se trató de un debate propiamente dicho, ya que no se produjo un cruce directo de opiniones, Raúl Ayala, coordinador de la oenegé Desarrollo en Democracia (DENDE), la cual organizó el evento, de todos modos lo calificó de esa manera.
“Con los candidatos no fue posible un cruce de opiniones, pero sí fue un debate con periodistas”, dijo en contacto con La Unión R800 AM, señalando que dos de cada tres preguntas que le eran realizadas a los postulantes fueron elaboradas en el momento. En este orden, dijo que este formato es utilizado en otros países. “Las preguntas de Carlos Troche, Menchi Barriocanal y Carlos Peralta (quienes fueron los moderadores) me parecieron muy interesantes, cuestionaban sobre el tema”, manifestó.
No obstante, dijo que los propios postulantes firmaron un acuerdo de no entrar en el campo de confrontar durante la actividad.
Indicó que existen muchos formatos de debates, y que este precisamente buscaba que los candidatos ofrezcan sus propuestas a la ciudadanía, no precisamente un choque entre ellos.
Ayala señaló que el candidato colorado fue con quien las negociaciones para realizar el debate fueron largas, ya que, respaldándose en encuestas, se encuentra muy bien posicionado a cuanto a intención de voto. “No es fácil el debate cuando las tendencias están marcadas”, aseveró, remarcando que con el postulante aliancista las conversaciones para llevar a cabo el evento fueron mucho más ágiles.
En cuanto a costos, dijo que los canales de televisión, tanto de aire como de cable, colaboraron y cobraron montos onerosos por sus señales.
“Quedamos satisfechos porque hemos alcanzado lo que básicamente nos hemos propuesto”, expresó Ayala. Sin embargo, a pesar de no haber llenado la expectativa de gran parte de la ciudadanía, el coordinador de DENDE admitió que “se puede mejorar muchísimo”.