“Hicimos dos allanamientos en la veterinaria San Agustín, de donde tomamos las imágenes de circuito cerrado a fin de hacer algunos cruces con otros materiales que tenemos dentro de la investigación”, dijo la fiscal del caso, Carina Serón, en contacto con Nuestra Mañana a través de La Unión.
Señaló que, si bien se pueden percibir los olores nauseabundos de los cuerpos de animales en el patio baldío lindante con la veterinaria, hacer la verificación in situ no es posible por cuestiones sanitarias, por lo cual un equipo de expertos de la Dirección de Bienestar Animal, vestidos con equipamientos especiales, realizará esa labor.
“Son varios los dueños de esta veterinaria y las personas que estaban trabajando allí están plenamente identificadas, así que vamos a analizar los hechos punibles por los cuales pudieran ser imputados. Primero haremos los análisis de las imágenes y tomar testimonios de vecinos, así como tomar declaración de los propietarios”, dijo la agente del Ministerio Público, indicando que una versión que será investigada es si en verdad los dueños del sitio solicitaban dinero a cambio de los animales rescatados, cuando en realidad ya estaban muertos.