La agencia de calificación financiera Fitch colocó este miércoles la deuda soberana de Brasil en categoría especulativa, de BBB- a BB+, lo que aumenta la presión sobre la presidente Dilma Rousseff, quien corre peligro de ser destituida por el Congreso.
Fitch justificó su medida ante una “recesión económica más importante de lo previsto” y una “mayor incertidumbre sobre la situación política del país”, que amenaza su capacidad de reembolso de la deuda. La decisión también provocó que Brasil pierda su status de nación con “grado de inversión”.