“Cuando un investigador tiene noticia o conocimiento de un hecho, lo primero que tiene que hacer es irse a ese lugar porque ahí es donde va a encontrar la información que necesita. Si él toma la posesión pasiva de enviar oficios, esperando que le contesten, ese es un tiempo perdido muy valioso que ya no se recupera. El operativo A Ultranza PY es un ejemplo de cómo hay que hacer eso: se hace simultáneamente, con mucha gente y en todos los lugares donde habría evidencias”, expuso Casañas Levi en diálogo con Buenas Tardes La Unión, con relación a los informes difundidos por la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (SEPRELAD) acerca de los movimientos financieros de Tabacalera del Este SA (TABESA).
Indicó que esto no se produce por varios factores, citando como ejemplos “la comodidad que tiene actualmente el servidor público”, en referencia a los fiscales, así como “el conflicto hasta ahora irresoluto con la Policía, que es el organismo que tiene la capacidad de investigar, ya que nunca hubo una consonancia con la Fiscalía”.
Casañas Levi teme que todo lo descubierto y revelado por la SEPRELAD en torno a TABESA y los millones de dólares que transfirió aparentemente sin ningún control a empresas del mismo grupo empresarial “quede en la nada” desde el punto de vista jurídico. “A mí me llama la atención la pasividad con la que se está moviendo la investigación. Yo entiendo que son documentos que requieren de mucha lectura y todo eso, pero ese trabajo se divide. Lo que pasa es que hay mucha presión y en frente hay un enemigo muy poderoso en lo económico y en lo político. Si el fiscal no tiene un apoyo importante, es difícil que se anime”, expresó.