Afirmó que hay veces en que la publicación de videos en casos de asesinatos o similares ayudan a esclarecer hechos o a identificar a los autores, pero que en esta ocasión fue muy diferente, insensible e innecesario, ya que en el material se incluye abiertamente la ejecución y al sujeto se le observa plenamente el rostro. “No sabemos cómo se filtró”, expuso el agente en contacto con La Unión, aunque, teniendo en cuenta que la Policía era la única que lo poseía, se sospecha que salió de allí.
Indicó que aún se está analizando cómo configurar el asesinato, ya que aún no está decidido si seguir calificando el caso como homicidio doloso grave. “Estamos analizando si había una relación de dependencia laboral”, afirmó Vera, indicando que, si esto se comprueba, el caso podría tener carátula de feminicidio.
De hecho, según los primeros datos que pudieron recabarse, Adolfo Alvarenga (67) trabajaba en la junta de saneamiento, donde sucedieron los hechos, como tesorero y Miriam Soto (37) como secretaria.
Aseveró que uno de los móviles que habrían motivado al autor a asesinar a Soto sería que ella tendría información y documentos que probarían que Alvarenga habría utilizado fondos de la entidad para pagar cuentas personales. Tampoco se descarta que haya existido una relación de “amorío” entre ambos, según comentó.
Añadió que el hombre se expone a una pena máxima de hasta 30 años de prisión, teniendo en cuenta que “se ve en la filmación cómo le mata con alevosía, ensañamiento e indefensión de la víctima”.
Por último, el agente fiscal afirmó que ya poseen el teléfono celular de Soto y será sometido a peritaje.