Trece semifinales en 14 años para Federer en Australia. El ex número uno del mundo está jugando en el Rod Laver de Melbourne con un mando a distancia. Hace todo lo que le demanda el público, todo lo que exige el punto que disputa, y el próximo, y el otro. Así, poseído por miles de fanáticos en el Open Australiano, y millones en distintas partes del mundo, arrolló por 6-1, 7-5 y 6-2 al alemán Mischa Zverev, que había eliminado a Andy Murray, el actual líder del ránking ATP, en los octavos de final. Con la victoria, en tan solo una hora y 34 minutos, el suizo alcanza su 41º semifinal en un Grand Slam. Allí, se enfrentará a su compatriota Stan Wawrinka, que venció en los otros cuartos de final al francés Jo-Wilfried Tsonga por 7-6, 6-4 y 6-3.
Federer en solo 19 minutos ya se llevó el primer set. Con 18 tiros ganadores, Roger aplastó al alemán por 6-1. Zverev, atrevido en la práctica pero tenso en la ejecución, abusó de las subidas a la red. Quizás paralizado por la tensión de sus primeros cuartos de final en un Grand Slam, el 50º del mundo se mostró con lentitud y desbordado por las devoluciones tajantes del suizo. Federer, que solamente cedió 12 puntos en todo el parcial, devolvió todos los saques del alemán bajo y al medio. Lo hacía volear en la primera bola para después acabarlo con passings de todo tipo. En los 27 juegos disputados en todo el partido, Federer realizó 65 tiros ganadores.
Sin la dureza mostrada en la primera parte del partido, Zverev salió más rápido y más suelto a la segunda manga. Rompió el saque de Federer, tal vez el punto más flojo del suizo (68% de efectividad), y se puso 2-4, pero, con la misma fórmula, Roger se recuperó rápidamente. Devoluciones al cuerpo y passings simples, con más dirección que velocidad, encarrilaron nuevamente el andar del suizo. En el 5-5, Zverev adoptó la actitud suicida del primer parcial y volvió a fallar en la red. Federer cerró con su servicio y se adjudicó el segundo set por 7-5.
Relajado con la ventaja de 2 a 0, Federer demostró en el tercer set todo lo que hace que una generación entera desee verlo en la final de otro Grand Slam. Globos, ángulos, variantes, subidas a la red con la devolución, aces. Dejó de regalo un punto en el 2-2 que ha rebobinado la memoria de cualquiera que estuviera mirando el partido con un globo de revés que hizo delirar al Rod Laver Arena. La pregunta al inicio del Australian Open era: ¿Hasta dónde llegará? El paso del tiempo, que no puede con el suizo, plantea una nueva duda: ¿Quién lo frenará? “Estoy contento de que Wawrinka haya alcanzado las semis, pero esperemos que se conforme con eso”, bromeó el ex número uno del mundo, una vez finalizado el partido.
En sus últimos seis torneos grandes, Federer alcanzó, al menos, las semifinales, pero no pudo llevarse el título en ninguno. En 2015 fue finalista en Wimbledon y en el US Open. El año pasado, llegó a las semifinales en Australia y en Wimbledon, su último torneo antes de la rehabilitación de la rodilla que lo alejó de las pistas por seis meses. El último tenista en alcanzar unas semifinales del Open de Australia con 35 años fue Arthur Ashe en 1978.
Con información de El País Deportes.