El caso tiene que ver con la niña Micaela Aldana Ortega, una niña de 12 años que fue hallada muerta el sábado tras haber desaparecido el pasado 23 de abril en Bahía Blanca, Argentina.
La búsqueda de Micaela Ortega duró 35 días hasta que este fin de semana se pudo dar con su cuerpo ya sin vida, los datos para su ubicación fueron aportados por Jonathan Luna (26), quien sería su mismo asesino y esta tarde se negó a declarar ante la justicia del vecino país. Luna fue trasladado ya en calidad de detenido a una cárcel de la localidad de Saavedra, a poco más de 100 km de Bahía Blanca, según el informe del periodista argentino.
El acusado no confesó directamente el crimen, sin embargo, brindó datos que pudieron dar con el paradero de la menor, además de que se le confiscaron objetos que no hacen dudar de su implicancia en el hecho. El hombre contaba con cuatro perfiles de facebook, todos con nombres diferentes y un perfil falso, en este último se hacía pasar por una menor también de 12 años y contactó a Micaela a través del chat de este perfil (aún no se pudo precisar cuánto tiempo hace que mantenían contacto). En un momento el ahora detenido, pactó un encuentro con Micaela, siempre haciéndose pasar por la niña de edad similar a su víctima.
Lo resaltante es que al único de los perfiles a los que se pudo acceder hasta ahora, el sospechoso tenía más de 1.700 contactos y según el fiscal de la causa el 90% de ellos serían niñas que rondan la misma edad de Micaela.
La niña asesinada había tenido problemas familiares “típicos de su edad”, y entre esos factores estaría el determinante que llevó a Micaela a salir de su hogar para encontrarse con quien suponía era una nena de su misma edad, pero muy diferente a la expectativa se encontró con un hombre que superaba el doble de su edad, quien se supone la llevó engañada y terminó matándola.
“Este tipo de casos tienen una pena llamada “perpetua” pero que en los hechos tienen un tope de 30 años de prisión como máximo”, según Gabriel Bermúdez.
Jonathan Luna contaba con una orden de captura en la provincia de Río Negro, pero en la provincia de Buenos Aires no había evidencias de que el hombre estaba siendo requerido por la justicia de Río Negro. Luna fue condenado a 5 años de cárcel en el año 2012 por robo, había cumplido la mitad de su condena y tras buenas conductas pidió una salida transitoria (poder irse un sábado y tener que volver el domingo), el juez que analizó el caso entendió que estaba en condiciones como para darle la salida, se la concedió, y en la primera oportunidad que tuvo se fugó de la pensión donde estaba ubicado y no retornó a la prisión. “Este hecho enojó bastante a la gente y con razón”, nos lo hizo saber Bermúdez.