La hipótesis más certera que manejan los investigadores sobre la tragedia es que en el galpón 12 del puerto capitalino fue depositado nitrato de amonio, un oxidante que cuya detonación es posible en dosis medias y altas y en presencia de sustancias combustibles o fuentes intensas de calor, según dijo Osvaldo Bittar, encargado de Negocios de la Embajada de Paraguay en el Líbano.
En ese sentido, actualizó las cifras que va arrojando la tragedia, detallando que van siendo 110 los fallecidos y poco más de 4000 los heridos. De todos modos, aseveró que estos números irán creciendo, considerando que hay una importante cantidad de desaparecidos. “Nosotros sentimos el impacto y eso que estamos (la embajada) a más de 4 kilómetros de distancia. Fue muy fuerte. El suelo se movió como si fuera un terremoto y unos minutos después el cielo se tiñó de rojo, luego gris y por último absolutamente negro. Dicen que fue la explosión más grande después de las bombas de Hiroshima y Nagasaki”, expresó Bittar en diálogo con La Unión.
Según estudios de investigadores, la explosión provocó un temblor de cerca de 4 grados en la escala de Richter. La cantidad de nitrato de amonio en el sitio era de aproximadamente 2.750 toneladas.
“El estruendo se escuchó en Chipre, que es una isla que está de acá a 40 minutos en avión”, expuso.
Lo ocurrido
Una gran explosión sacudió Beirut, la capital de Líbano, este martes, dañando edificios y oficinas alrededor de la ciudad. Inicialmente se pensó que la fuente de la explosión fue un gran incendio en un almacén de petardos cerca del puerto de Beirut, pero luego las investigaciones revelaron que la detonación se produjo a raíz del alto contenido de nitrato de amonio que se hallaba en el puerto.