“Hay mucha exigencia en el sistema de salud, porque el personal sanitario está a tope. Son 10 meses de encierro y vive casi aislado de su familia a fin de evitar los contagios”, dijo Silva en conversación con La Unión.
Afirmó que, así como hubo enfermeros, también médicos tomaron la decisión drástica de quitarse la vida en este tiempo de pandemia iniciado en marzo pasado.
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En ese sentido, indicó que una buena forma de ayudar a los médicos y enfermeros que se encuentran en primera línea de batalla contra la pandemia reciban inicialmente las vacunas contra el COVID-19. Aseguró que eso será “primordial”, debido a que, además de la inmunización contra esta enfermedad, también significará una motivación para seguir luchando.
Así mismo, Silva destacó que servirá de gran ayuda la asistencia que puedan recibir de los profesionales psicólogos con los que cuenta el Ministerio de Salud.
Siguen números altos en Central
Aseveró que se mantiene la tendencia de que el 50% de los casos reportados a diario por el Ministerio de Salud se producen en Central. Recordó también que, por cuarto día consecutivo, Paraguay superó la cifra de internados en Unidades de Terapia Intensiva (UTI), contabilizando 238 enfermos con coronavirus en esa situación. “Es muy preocupante que el promedio de contagios siga siendo de 1.000 por día, porque siempre entre el 10% y el 20% son potenciales ocupantes de camas”, comentó el profesional.
El director de la Región Sanitaria de Central considera que este ritmo de contagios y fallecidos se extenderá hasta la primera semana de febrero.