“Lo que encontramos es que desde esa casa, se hicieron suscripciones de unas 50 empresas, que al parecer son fantasmas. Hay diferentes rubros habilitados en esta empresa, desde bienes hasta servicios. Su idea era simular a los efectos de justificar. Evidentemente tienen un esquema muy bien montado. Las empresas solamente fueron creadas para vender facturas falsas”, explicó Óscar Orué, viceministro de Tributación, en conversación con La Unión.
Indicó que se trata de un esquema que data de hace tiempo, pero que de todos modos fue muy complicado de detectar. De acuerdo a las investigaciones iniciales, esta oficina de estudios contables utilizaba estas empresas fantasmas para “vender” las facturas a aproximadamente 4.200 contribuyentes.
La evasión de impuestos ascendería a casi G. 100.000 millones.