Cuando Mukund Venkatakrishnan tenía 14 años visitó la India y le pidieron que ayudara a su abuelo para probar y adaptarle un dispositivo auditivo. Él vio lo costoso y difícil del proceso y estaba decidido a encontrar una alternativa.
“Puesto que los audiólogos son especialistas, incluso encontrar y obtener una cita con uno de ellos en la India fue realmente difícil, dijo Venkatakrishnan, quien ahora tiene 16 años. “Además, después de todo eso, nos robaron”.
Venkatakrishnan dijo que gastaron entre 400 y 500 dólares en citas con el doctor, y aproximadamente 1.900 dólares en el dispositivo auditivo.
Él se dio cuenta que la audición es un lujo que muchas personas en los países en desarrollo no pueden darse.
“En India, el promedio de ingresos en el hogar es de 616 dólares al año”, dijo Venkatakrishnan. Aun cuando una persona en la India guarde todos sus ingresos durante todo un año sin gastar ni siquiera un solo centavo, él o ella no podría pagar por un dispositivo auditivo.
El dispositivo de Venkatakrishnan es único porque no solo prueba la audición de una persona con una serie de pitidos, sino que también se programa a sí mismo para convertirse en un dispositivo auditivo. Este solamente cuesta alrededor de 50 dólares y puede ser usado aún con los auriculares más baratos.
A diferencia de los dispositivos auditivos tradicionales, si una pieza del dispositivo se daña, reemplazar la misma no es algo costoso… tú solo compras otro par de tapones para los oídos.
En su forma actual, el dispositivo mide aproximadamente dos pulgadas y se ve como un procesador de computadora. Venkatakrishnan está planificando reducirlo hasta alrededor de 1 pulgada y recubrir el sistema operativo. Él prevé que el dispositivo, el cual cuenta con un puerto estándar para audífonos, cabrá en el bolsillo de cualquier persona.
Venkatakrishnan incluso creó un sistema para que los usuarios puedan calibrar el dispositivo por sí mismos.
Cada dispositivo tiene un archivo de audio con el sonido de unas manos frotándose. Para calibrarlo, el usuario solo tiene que frotar sus propias manos e igualar el volumen del audio con el volumen de sus propias manos.
Si el usuario no puede escuchar sus propias manos, otra persona puede calibrarle el dispositivo.
Venkatakrishnan, quien ahora tiene 16 años, ha invertido dos años aprendiendo a programar, diseñando el programa de audio y desarrollando el dispositivo. Lo hizo completamente por su cuenta pero recibió orientación de parte de ingenieros, como su padre, y audiólogos.
Al trabajar con los doctores, él llevó a cabo pruebas en pacientes con pérdida auditiva para asegurarse de que su dispositivo era preciso.
Lo primero que el dispositivo realiza es un examen auditivo… presiona verde si escuchas el pitido y presiona amarillo si no lo escuchas.
Venkatakrishnan dijo que todavía existe una buena cantidad de estigmas asociados con el uso de un dispositivo auditivo.
“Lograr que mi abuelo admitiera primeramente que necesitaba un dispositivo auditivo fue difícil”, dijo. “Tengo la esperanza de que como mi dispositivo utiliza auriculares y no se coloca dentro del oído, esto permita que algunos de los estigmas disminuyan”.
Aunque Venkatakrishnan está ansioso por hacer una diferencia, él no está tratando de hacer dinero con su invención.
Él insiste en que el software de audio siga siendo una fuente abierta para que otros desarrolladores puedan modificarlo y adaptarlo.
Y tiene la esperanza de que una organización que ya tiene conexiones en los países en desarrollo quiera producir el dispositivo en masa y distribuirlo.
Fuente: CNN