La directora del Hospital de Itauguá mencionó que hay pacientes graves con COVID-19 mayores de 80 años de edad, que ni siquiera salen o están encamados en sus casas, que fueron contagiados por familiares mucho más jóvenes. “Eso es lo que más duele. ¿Cómo se va a contagiar? ¿Y quién es el culpable después? ¿El médico? Es más fácil culparle al personal de blanco que hacerse una mea culpa y analizar cómo pasó eso (el contagio)”, cuestionó González en diálogo con La Unión, citando que, cuando los funcionarios informan a los parientes del enfermo que no hay camas disponibles y que debe esperar a que algún internado fallezca o sea dado de alta, es cuando algunos los amenazan con golpes.
En otro orden, González pese a que muchos familiares de enfermos con COVID-19 recurren y consiguen amparos judiciales que autorizan que accedan a una cama de terapia intensiva, se examina primero si hay camas disponibles y siempre se prioriza el criterio médico.
Así mismo, manifestó nuevamente su preocupación por la cantidad creciente de pacientes jóvenes internados con coronavirus.