“Fue muy grosera la manera en que quiso manipular la información con respecto al congreso que iba a asistir, más aún después de lo que hizo con la rendición de cuentas con datos totalmente falsos, los cuales después intentó corregir devolviendo el dinero. Trató de engañar diciendo que ella devolvió el dinero antes de que se le reclame”, criticó Arrúa en contacto con La Unión.
En ese sentido, aseguró que Bajac nunca fue a Guatemala a diferencia de lo que aseguraba, sino que fue a Perú netamente para un encuentro religioso. “Armó una agenda paralela para justificar su ida haciéndole pagar al Estado”, aseveró.
“Era inadmisible seguir sosteniendo su permanencia en la Cámara”, subrayó la senadora patriaqueridista.
Por su parte, el senador del PLRA José Ledesma, quien también votó a favor de la expulsión de Bajac, manifestó que ella “se equivocó y así que no hay perdón”. “Si de repente entró en estas feas fallas, se debe someter a este tipo de juicios”, afirmó también en comunicación con La Unión.
El caso
Luego de un largo debate de más de 7 horas, la Cámara de Senadores, a través de una sesión virtual, expulsó a María Eugenia Bajac. Con 40 votos a favor de la pérdida de investidura, la ahora exparlamentaria liberal perdió su investidura del cuerpo legislativo. De hecho, uno de los principales impulsores de su salida fue el propio líder de su movimiento, Equipo Joven, y presidente del Congreso, Blas Llano.
Bajac fue acusada por sus colegas por uso indebido de influencias, después de haber solicitado un viático de G. 12.000.000 al Congreso Nacional para asistir a un evento parlamentario en Guatemala, denominada “Transformación sobrenatural de las naciones”, la cual finalmente quedó suspendida por la pandemia. Sin embargo, ella de todos modos viajó con ese mismo dinero a un evento de carácter privado y religioso en Lima, Perú.