El comisario Vidal Achucarro, jefe de policía del Departamento de Canindeyú, afirmó que todos los indicios de la investigación apuntan a que los cuerpos hallados en un sojal pertenecen a Mía Soledad, de 10 meses, y a su niñera, Mabel González, desaparecidas desde el pasado 9 de enero. No obstante, aseveró que aún deben realizarse los estudios pertinentes en el Laboratorio Forense del Ministerio Público para confirmar estas sospechas.
Comentó que el padre de la criatura desaparecida ha reconocido la ropa que la bebé llevaba puesta el último día que fue vista. Además, indicó que los policías han encontrado pequeños huesos que pertenecen a una pequeña niña. En ese sentido, también citó que al lado mismo estaba el que sería de la niñera, aunque en este caso mencionó que el cuerpo estaba desmembrado.
Sobre el punto, aclaró que los cadáveres no estaban enterrados y que incluso tractoristas, durante su trabajo, los tocaron con sus máquinas.
En ese sentido, informó que, de acuerdo al cruce de llamadas que ya ha realizado el equipo de investigación del caso, el responsable de los hechos sería la expareja de la niñera, identificado como Eduardo Villalba, en base a cruce de llamadas. El sujeto ya está detenido. “Estaría comprometido seriamente por la ubicación de los celulares antes y durante la desaparición”, explicó en comunicación con La Unión.