La medida representa un cambio notable respecto al presidente Donald Trump, cuyo escepticismo respecto al uso de mascarillas ha contribuido a la politización del asunto. Eso hizo que muchas personas se rehusaran a implementar una práctica que, de acuerdo a los expertos de salud, es una de las maneras más sencillas para controlar la pandemia, que ha cobrado la vida de más de 275.000 estadounidenses.
El presidente electo ha enfatizado frecuentemente el uso de mascarillas como un “deber patriótico”, y durante su campaña insinuó la posibilidad de ordenar su uso a nivel nacional, aunque posteriormente reconoció que hacer respetar el mandato estaría más allá de la capacidad del presidente.
En una entrevista con Jake Tapper de CNN, Biden dijo que les hará la solicitud a los estadounidenses durante su investidura el 20 de enero.
“En el primer día que tome posesión, le pediré al público que use mascarilla por 100 días. Sólo 100 días de mascarilla; no para siempre, sólo 100 días. Y creo que veremos una importante reducción” en el virus, indicó Biden.
El demócrata también dijo que le pidió al doctor Anthony Fauci que permanezca en su gobierno “exactamente en el mismo puesto que ha tenido durante los últimos presidentes”, como director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
El presidente electo comentó que le solicitó a Fauci ser “un alto asesor médico” y formar parte de su equipo de combate al COVID-19.
En cuanto a la vacuna contra el coronavirus, Biden dijo que “con gusto” se inocularía en público para atenuar cualquier preocupación sobre la eficacia y la seguridad de la vacuna. Tres presidentes previos — Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton — también han dicho que se vacunarían en eventos públicos para mostrar al público que es una práctica segura.
“La gente ha perdido fe en la capacidad de funcionamiento de la vacuna”, dijo Biden, quien agregó que “es importante lo que un presidente y un vicepresidente hacen”.
En esa misma entrevista, Biden también sopesó los reportes de que Trump está sopesando la posibilidad de otorgar indultos para sí mismo y sus allegados.
“Me preocupa sobre el tipo de precedente que sentaría y la manera en que nos ve el resto del mundo como una nación de leyes y de justicia”, comentó.
Biden se comprometió a que su Departamento de Justicia “operará de manera independiente”, y quien sea que elija para estar al frente de esa agencia tendrá “la capacidad independiente para decidir a quién se investiga”.
“En nuestro gobierno no se verán ese tipo de posturas sobre los indultos, y tampoco se verán en nuestro gobierno esas posturas de hacer política a través de tuits”, afirmó.
La vicepresidenta electa Kamala Harris añadió que cualquier decisión que provenga del Departamento del Justicia “debe basarse en hechos, debe basarse en la ley; no debería estar influenciada por la política”.
Con información de The Associated Press.