A pesar de que el uso de mascarillas en el país es obligatorio desde mediados del año, algunos grupos rurales se han rehusado a seguir las disposiciones de salud durante la pandemia, por lo que el gobierno nacional delegó a las autoridades locales para que decidieran qué castigos aplicar.
Los expertos dicen que la falta de vigilancia pública ha dificultado que las autoridades del país frenen la propagación del virus, que hasta la fecha ha matado a más de 9,000 personas.
Actualmente, las multas por incumplimiento del uso del tapabocas oscilan alrededor de los 10 dólares, pero aquellos que no puedan o quieran pagarlos, deberán cumplir un castigo social, que consiste en cavar tumbas y otros trabajos dentro de los cementerios locales, donde entierran las víctimas del COVID-19.
“Esperamos que con estas medidas, los residentes puedan darse cuenta del riesgo que corren al no usar el tapabocas, además también afectan la seguridad y la salud de otros”, indicó uno de los líderes sociales de Java oriental.
Con información de Univision.