La Justicia brasileña se tomó su tiempo: finalmente este miércoles decidirá si el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva puede entrar como ministro al arrinconado gobierno de Dilma Rousseff, al que supuestamente debía salvar de un proceso de destitución.
Tres días después de la aprobación del impeachment de la presidente en la Cámara de Diputados, el Tribunal Supremo Federal (STF) se reúne a partir de las 17:00 GMT para cerrar este capítulo explosivo de la política brasileña.
Los magistrados deben pronunciarse sobre la legalidad de la nominación de Lula como jefe de Gabinete (casi un primer ministro) de Rousseff el pasado 16 de marzo, cuando se encontraba bajo la amenaza de ser detenido por el juez Sergio Moro, que investiga si se benefició de la trama de corrupción de Petrobras.
LOS MAGISTRADOS DEBEN PRONUNCIARSE SOBRE LA LEGALIDAD DE SU NOMINACIÓN
El ex presidente (2003-2010) debía incorporarse al gobierno de Rousseff armado de su carisma y su talento negociador para evitar que la Cámara de Diputados aprobara la destitución de su heredera política, ganando al mismo tiempo protección ante la Justicia ordinaria.
Su nominación fue paralizada por decisión de un juez del STF, que vio un posible subterfugio para entorpecer la investigación. Pero la decisión del STF, muchas veces postergada sin razón, llegará aparentemente muy tarde para el gobierno de Dilma Rousseff que pende de un hilo ante el Senado.
De aquí a mediados de mayo, el Senado debe votar por mayoría simple si acoge la acusación contra Rousseff por maquillaje de las cuentas públicas y apartarla del poder por un máximo de seis meses antes de su decisión final. Una fecha probable es que esa decisión ocurra el 11 de mayo.
Su ex aliado y ahora rival, el vicepresidente Michel Temer, asumirá el poder inmediatamente y ya realiza consultas para formar un gobierno.
En caso de una decisión favorable a Lula del STF, el ex presidente podría terminar sorteando un rosario de dificultades para convertirse en ministro por menos de un mes.
Lula participó el martes en San Pablo de una reunión de la dirección nacional del Partido de los Trabajadores (PT) que él fundó y llevó al poder.
“Tanto Lula como nosotros evaluamos que será difícil ganar en el Senado porque, aún cuando es un escenario distinto, los partidos que estuvieron en contra nuestro en la Cámara van a repetir su comportamiento“, declaró a la AFP uno de los participantes de la reunión, el diputado Zé Geraldo.
“Lula pudo ser significativo antes de la votación en la Cámara Baja, pero a estas alturas mi impresión es que no hará gran diferencia“, consideró Sergio Praça, analista político en la Fundación Getulio Vargas.
Fuente: Infobae