En contacto con La Unión, comentó que en 1997 cobró por última vez su salario de docente, que en ese entonces era de Gs 860.000, indicando que había renunciado para pasar a jubilación. Sin embargo, nunca concretó su objetivo debido a que el Ministerio de Hacienda no le reconoce la totalidad de los años aportados.
Comentó que hace 21 años debió jubilarse y recibir lo que le corresponde en cuanto pensión. En ese sentido, dijo que el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) sí le reconoce sus 36 años de trabajo, pero no así en el Ministerio de Hacienda, donde solo le registran 10 años de aporte.
En ese sentido, don Calixto dijo que no contaban con recursos económicos para contratar un abogado que lo defienda ante lo que consideraba una injusticia. Entonces, pasaron los años hasta que la historia fue difundida en un grupo de WhatsApp, para luego viralizarse en otros.
Señaló que vive en compañía de su esposa, Doña Juliana, de 63 años, en la compañía Arroyo Atã, distrito sampedrano de Nueva Germania. Dijo que hoy recibe una pensión de la tercera edad de Gs 500.000 y que, a veces, su hijo, de 23 años, les acerca víveres que le entrega la estancia en donde trabaja.
De hecho, mencionó que hasta hoy día enseña en los turnos mañana y tarde en una escuela local, motivado por la pasión que le generar la educación.
No obstante, espera que las autoridades de Hacienda presten atención a sus reclamos y le sea reconocido su labor en la educación.