CCN. El tráfico se detuvo en la concurrida intersección en la ciudad japonesa de Fukuoka el fin de semana, después de que la carretera comenzó a hundirse unos siete centímetros.
A principios de este mes, un agujero de 30 metros de ancho y 15 metros de profundidad se abrió de repente, tragándose cinco carriles de la carretera.
Fue reparado en cuestión de días, en lo que fue visto como un testimonio de eficiencia de la ingeniería japonesa.
Sin embargo, algunas dudas cuestionaron esos aplausos iniciales, cuando el sábado el tráfico tuvo que ser detenido porque el sumidero estaba abriéndose de nuevo. La carretera ya fue reabierta.
En Facebook, el alcalde de Fukuoka, Soichiro Takashima, se disculpó por no advertir a los residentes que el suelo podría hundirse de nuevo.
Funcionarios de la ciudad dijeron que se esperaba un cierto movimiento mientras la arena y el cemento utilizado para llenar el agujero no se asiente, informa CNN.