Después de varias idas y vueltas, el gobierno de Japón aprobó el diseño del que será el estadio olímpico en los Juegos de Tokio 2020.
El arquitecto nipón presentó un proyecto que conformó a las autoridades de la ciudad y que costará USD 882 millones menos que el anterior, el cual había sido desechado por sus altos costos.
Se estima que la construcción de la nueva obra costará USD 1,2 mil millones, además USD 33 millones por el diseño y el mantenimiento.
De haberse concretado, la propuesta inicial del arquitecto iraquí Zaha Hadid se habría convertido en la construcción deportiva más cara del mundo, ya que en total se habrían tenido desembolsado cerca de USD 2.082 millones.
Kuma contó en qué se inspiró para realizar este diseño: “Tradicionalmente en Japón se construían grandes edificios de madera. Aunque sea en una escala mucho mayor, quiero mostrar al mundo que podemos aplicar nuestra técnica tradicional para este tipo de construcciones”.
El nuevo estadio remplazará al que fue construido para los Juegos Olímpicos de 1964 y en las redes sociales ya se lo ha apodado como “la hamburguesa gigante” porque a eso se parece.
Por su parte, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, calificó el proyecto ganador como una “propuesta maravillosa” y aseguró que espera “deje un legado orgulloso para las próximas generaciones”.
El edificio abarcará una superficie de 72.400 metros cuadrados y tendrá una capacidad para 68 mil espectadores. Además, cuenta con rasgos revolucionarios, como los pilares de madera y las plantas que sirven de decoración, en una apuesta por que se mezcle con los alrededores naturales de la cuidad.
El plazo dado por el Comité Olímpico Internacional (COI) para completar el estadio es enero de 2020, ya que en julio de ese año comenzarán los Juegos Olímpicos, que volverán al continente asiático luego de Beijing 2008.