Declaraciones de políticos oficialistas, que vinculan a la concentración con el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), coincidiendo con los rumores del supuesto atentado contra el mandatario: “parecía una cortina de humo” para opacar la noticia del asesinato de 8 militares en la zona del EPP y la crisis de seguridad con el narcotráfico, entendió la senadora Esperanza Martínez, del Frente Guasú.
Sin embargo, en palabras de la legisladora, las declaraciones oficialistas contra la izquierda se mantienen. “Lo grave del hecho es que los voceros están ligados al Poder Ejecutivo. Son ministros, los ministros del Interior y de Industria y Comercio haciendo discursos en posición del Gobierno en actos públicos”, acusó.
Otro de los que había ligado al FG con el EPP, fue el dirigente colorado Javier Zacarías Irún. El hecho de que los acusadores sean personas allegadas al cartismo, estableció como objetivo de denuncia del FG a Horacio Cartes. “Volvemos a la lucha anticomunista […] son acusaciones que después de 15 días no tienen pruebas”, apuntó Martínez.
La senadora anunció que la denuncia será presentada ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Relatoría de las Naciones Unidas. “Lo preocupante y por lo cual vamos a hacer esta denuncia es porque no queremos que se instale de nuevo ese modelo autoritario en Paraguay”, dijo recordando las épocas de la dictadura.
En otro punto, la entrevistada señaló que, entre funcionarios públicos, se monitorean las redes sociales de los que critican al Gobierno y que luego reciben un llamado de atención. “Con esa actitud la gente vuelve a esos oscuros años donde no hay que hablar, no hay que participar, no hay que meterse”, expresó.
Martínez entiende que el cartismo lo ve al FG como una competencia en materia política-partidaria y que además, las acusaciones serían buscando culpables ante los casi nulos resultados en la lucha contra el crimen organizado.