Una celebración de amor y felicidad terminó con una tragedia. Un hombre disparó su escopeta en plena boda, provocando la muerte de un adolescente, de solo 14 años.
El animador de la fiesta se presentó ante el público. Micrófono en mano, anunció que los recién casados iban a salir en segundos. Pero previamente se quiso cumplir con un ritual que, a pesar de estar prohibido, es muy común en varios países árabes: el disparo al aire.
El encargado era un amigo de la pareja, que irrumpió en el escenario con una escopeta. Luego de un intento fallido de disparar apuntando al cielo, bajó el arma y la examinó, en busca del problema. En ese momento, se produjo una descarga accidental que impactó en el cuerpo de Ayman Alaa, un niño de 14 años que estaba en primera fila.
Como si nada hubiera ocurrido, el homicida se dio vuelta y se fue caminando apaciblemente. La reacción generalizada ante la tragedia fue de sorpresa y consternación.
El menor fue trasladado a un hospital cercano en la ciudad de El Hamool, en la norteña región de Kafr El Sheikh. Pero murió pocas horas después de llegar al centro asistencial. En lo que va del año ya se produjeron varios casos similares en distintos países de la región, referentes a muertes por causas de disparos accidentales de armas de fuego.
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Con información de Infobae.