El afán figurativo de Petta, destacado en el prólogo del libro Semillita en el que se expresa que en la misma fecha de su nacimiento fue aprobado el material por resolución ministerial (6 de febrero de 1970), más el hecho de que en el libro Estrellita se recuerde a Carlos Antonio Ortiz Ramírez, exministro de la cartera educativa durante la dictadura stronista, y no así a las autoras verdaderas del material, como la profesora Carmen de Domínguez, han sido “horrores políticos” de Petta, según consideró Velázquez Seiferheld en contacto con La Unión.
“La profesora Carmen de Domínguez es considerada madre de la cultura yaguaronina y no fue homenajeada, ni siquiera recordada”, criticó el historiador.