Si bien aún se está estudiando la duración de la inmunidad después de la vacunación, podrían ser necesarias dosis de refuerzo, dijo David Kessler, jefe científico del grupo de trabajo de respuesta al COVID-19, en una reunión de un comité del Congreso.
“El razonamiento actual es que los más vulnerables tendrán que estar primero”, dijo Kessler.
Los datos iniciales han demostrado que las vacunas de Moderna Inc y de la alianza entre Pfizer Inc y BioNTech SE conservan la mayor parte de su eficacia durante al menos seis meses.
Incluso si esa protección dura más tiempo, expertos llaman la atención sobre variantes del coronavirus que se propagan rápidamente, por lo que otras mutaciones que podrían aparecer crearán la necesidad de vacunas de refuerzo de rutina, de manera similar a las campañas que se llevan a cabo cada año contra la influenza.
Fuente: Reuter.com