El gobierno del presidente Barack Obama acaba de revelar que estima que entre 64 y 116 civiles han muerto entre los años 2009 y 2015 por bombardeos de aviones no tripulados de Estados Unidos fuera de Iraq y Afganistán.
En el mismo lapso, el gobierno dijo que sus drones habían matado a entre 2.372 y 2.581 militantes.
La información fue publicada como parte de un esfuerzo del presidente Obama de mostrar una mayor transparencia en una táctica militar polémica que ha defendido para luchar contra el terrorismo como sea necesario.
Los grupos de derechos humanos, sin embargo, no estaban satisfechos con la revelación gubernamental que es ostensiblemente inferior a cálculos independientes de bajas civiles.
Los números divulgados el viernes incluyen muertes fuera de las zonas de guerra establecidos.
El gobierno no especificó qué países fueron incluidos en el recuento, aunque se cree que el Pentágono y la CIA han llevado a cabo ataques en Pakistán, Yemen y varios países de África.
Las autoridades dijeron que la revelación, hecha en la recta final de la presidencia de Obama, estaba destinada a institucionalizar un proceso de información rigurosa para el próximo comandante en jefe.
Para ello, el presidente de Estado Unidos firmó un decreto este viernes sobre la tarea de futuras administraciones sobre el tema para asegurarse que no mueran civiles en ataques de aviones no tripulados.
El decreto obliga al gobierno a divulgar anualmente la cifra de las muertes de civiles en ese tipo de bombardeos.