Valenzuela hizo hincapié en que hoy la familia está “fracturada”, más allá de que desde hace varios meses se viene atacando al Plan de Transformación Educativa. “Estamos criando hijos soberbios, orgullosos y restándoles la capacidad de sufrir frustraciones”, dijo.
No obstante, señaló que “no queremos ideologías foráneas”. “Debemos reconocer que nuestro sistema educativo es deficiente y necesita una transformación, pero ese cambio deberá realizarse sin ideologías que desvirtúan la naturaleza humana”, dijo.
También se refirió a los secuestrados por grupos criminales, mencionando a cada uno de ellos: Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis.
El monseñor hizo alusión también a los tiempos electorales durante la misa central de Caacupé e instó a que prime la credibilidad y el patriotismo en el momento de votar en los próximos comicios.
Además, resaltó la figura de Berta Rojas como la primera artista paraguaya en ganar unos premios Grammy, así como de Adalberto Martínez, el primer cardenal paraguayo ante el Vaticano. Dijo que gratas noticias que “alegran nuestros corazones”.
Así mismo, destacó la realización de los Juegos ODESUR en nuestro país, fiesta multideportiva que congregó a miles de atletas y seguidores, a quienes se les demostró la hospitalidad del pueblo paraguayo.
Además, citó que la renuncia de Antonio Fretes como ministro de la Corte Suprema sería “un gesto importante para fortalecer la Justicia”.
El monseñor Valenzuela criticó el trabajo del Ministerio Público delante de su titular, la Fiscal General del Estado Sandra Quiñónez. “No queremos fiscales ‘gatillo fácil’, que imputan sin tener una base seria de un supuesto delito. Tampoco queremos fiscales complacientes con criminales y perturbadores de la paz pública”, añadió.
La Homilía y la lectura de la Carta al Pueblo fueron realizadas ante una multitud, con niveles de presencia similares a las del año 2019.