¿Qué hacer y cómo seguir adelante si resulta imposible dormir lo suficiente, y, por mucho que se quiera, solo se consigue disfrutar de unas escasas horas de sueño cada noche?
Hoy en día, mucha gente sacrifica numerosas horas de sueño por el estrés del trabajo o de los estudios, para pasar más tiempo con sus seres queridos o para poder disfrutar de un par de horas de entretenimiento en medio de la rutina cotidiana.
Los peligros de la sistemática privación de sueño no son ningún secreto, aunque también existen algunos sencillos consejos para mejorar la calidad de vida cuando dormir lo suficiente por las noches se ha convertido en un lujo inalcanzable.
Cuidado con el café y bebidas energéticas
Bien es sabido que una taza de café puede hacer milagros por la mañana y ayudar a ‘sobrevivir’ a lo largo del día sin quedarse dormido. Mientras el uso ‘estratégico’ de esta bebida se haga en cantidades razonables, puede traer ciertas ventajas, pero consumirlo en altas dosis representa un peligro para la salud.
A largo plazo, la cafeína puede trastornar los ciclos del sueño y alterar el ‘reloj interno’ de nuestro organismo, advierte el doctor en medicina James Hamblin, autor del libro ‘If our bodies could talk’ (‘Si nuestros cuerpos pudieran hablar’), en su artículo para la revista ‘The Atlantic’.
Sin embargo, cuando algunos sienten que el café ya no produce los efectos deseados, tienden a recurrir a la ‘artillería pesada’: las bebidas energéticas.
Hamblin sostiene que la cafeína –a no ser que se trate de cantidades extraordinarias– no puede matar a una persona sana y se muestra escéptico acerca de los casos de hospitalización relacionados con el consumo de bebidas energéticas. No obstante, se han dado casos como los de un hombre que consumía entre 4 y 5 bebidas energéticas a diario que fue llevado a urgencias con todo un abanico de enfermedades que se debían a los efectos tóxicos de estos productos estimulantes.
Utilizar lo menos posible el móvil cuando se va a la cama
En ocasiones, no resulta fácil quedarse dormido y resulta desesperante ver cómo el impertubable reloj avanza inexorablemente hacia la fatídica hora en la que sonará nuestro implacable despertador. El insomnio puede estar provocado por diferentes motivos, algunos de los cuales son fácilmente evitables. Una de sus causas puede ser la costumbre de utilizar el teléfono móvil o la tableta por la noche y permanecer pegado a una pantalla antes de dormir.
La luz que emiten los dispositivos electrónicos influye en los ciclos de sueño, dado que activa el hipotálamo, una zona nuclear del cerebro que percibe esta luz como una señal de que aún no es la hora de dormir, explica Hamblin. Es por ello que se aconseja utilizar lo menos posible los dispositivos electrónicos por la noche o, al menos, hacer uso del modo nocturno disponible en algunos móviles para minimizar estos efectos perjudiciales.
Seguir un horario sistemático
Acostarse y levantarse cada día a una hora determinada podría ayudarle a sentirse mejor. Esta es la recomendaciónque el doctor en medicina Steven Y. Park, autor del libro ‘Sleep, Interrupted: A Physician Reveals The #1 Reason Why So Many Of Us Are Sick And Tired’ (‘El sueño, interrumpido: Un médico revela la razón nº1 por la que muchos de nosotros estamos enfermos y cansados’), les da a sus pacientes que sufren de privación del sueño.
El médico Joseph Mercola, fundador del sitio de salud Mercola.com, también aconseja lo mismo. “Esto ayudará a que su cuerpo entre en un ritmo de sueño, lo que hace más fácil quedarse dormido y levantarse por las mañanas”, explica.
Una siesta
“Un breve descanso probablemente le mantendrá en marcha a lo largo de la jornada laboral”, sostiene el neurólogo y director médico del Stanford Sleep Medicine Center, Clete A. Kushida.
En caso de falta de sueño por las noches, el médico aconseja echar una siesta de entre 10 y 20 minutos al día para mejorar la agilidad mental y el estado de ánimo. Por su parte, Park extiende este período hasta entre 15 y 30 minutos de sueño por la tarde, un descanso que, a su modo de ver, resulta igual de eficaz y más saludable que tomar café.
¿Adaptar al organismo para dormir menos?
En 1964, Randy Gardner, un joven de 17 años de San Diego (California), permaneció hasta 264 horas (11 días) sin dormir en el marco de un experimento en el que no tomó ningún tipo de estimulantes para mantenerse despierto.
Aunque la historia conoce más casos parecidos, siguen siendo una excepción y los científicos advierten que la una privación de sueño extrema conlleva graves consecuencias para la salud. “La muerte es una de estas posibles consecuencias”, advierte David Dinges, quien encabeza el Laboratorio de Sueño y Cronobiología en la Universidad de Pensilvania.
Fuente: RT