La federación italiana de tenis sancionó de por vida a Daniele Bracciali y a Potito Starace por amaño de partidos.
El organismo llevó a cabo su propia investigación tras las pesquisas de autoridades judiciales en Cremona, que emplearon conversaciones telefónicas y de internet interceptadas para demostrar que los deportistas amañaron partidos.
En una conversación de 2007 entre Bracciali y un contable que fue detenido en 2011, el deportista presuntamente discutió el amaño de un encuentro en Newport, en el estado estadounidense de Rhode Island.
En 2011, el propietario de un salón de apuestas que fue arrestado más tarde fue presuntamente escuchado diciendo que Starace había acordado vender el resultado de la final del torneo de Casablanca.
Aunque reconoció que la pareja representó Italia “con pasión” en la Copa Davis durante años, el presidente de la federación, Angelo Binaghi, dijo que el ente podría demandar a los tenistas por daños causados si son declarados culpables.