Señaló que, con lo sucedido, es más que evidente que la obra tiene graves problemas estructurales. Indicó que el principal problema que se produjo se debió al cambio a lo establecido en el pliego de bases y condiciones, en los que se disponía que la losa del “superviaducto” debía ser de un metro para evitar filtraciones, no de 35 centímetros, como finalmente se construyó. Pidió a las autoridades que respondan “¿dónde están los US$ 2.100.000 que se ahorraron?”, agregando que, como se trató de un contrato firmado y cerrado, no hubo devolución del monto fijado. “Deben explicar dónde está ese dinero y no estar buscando excusas”, cuestionó.
El legislador aclaró que no busca sacar rédito político de lo ocurrido en el “superviaducto”, sino que acompaña los reclamos de la ciudadanía.