El periodista señala que el despido de los periodistas Desirée Esquivel y Rubén Montiel no se justifica con un recorte administrativo. “No colocaría el tema administrativo en estos despidos. El grupo Cartes no necesita dinero”, pronunció.
Sobre la idea concluyó que: “El despido de estos colegas responde a una línea autoritaria, verticalista, muy dictatorial de callar voces disidentes y tratar de unificar discursos favorables en un momento sumamente crítico para el Gobierno”.
El comunicador señala que la familia Cartes adquirió medios de comunicación de manera masiva para ocultar sus múltiples cuestionamientos. “Compra medios para protegerse estando en ejercicio del poder. Estando en el poder trata de unificar discursos favorables”, añadió.
Además criticó las publicaciones de varios medios que pertenecen al Grupo Nación, que a su entender “prostituyen” los principios del periodismo.