Parra indicó que la gestión anterior de PETROPAR, encabezada en su última parte por Eddie Jara, otorgaba líneas de crédito con muy poco control a los operadores, de los cuales varios cargan con millonarias deudas que nunca terminan de pagarse. “Es como un bicicleteo”, expuso.
En ese orden, señaló que, al ser una empresa estatal y querer dar “noticias positivas” siempre, fue abriendo cuantiosas estaciones de servicio, especialmente entre los años 2016 y 2017, pero casi todas (el 80%) en el Departamento Central.
De esta forma, la deuda creció hasta lo que es actualmente. Aunque no precisó el monto exacto, sería de G. 130.000 millones.
Además, afirmó que, al ser una empresa estatal, PETROPAR no cumplió con el objetivo expandirse a distintos puntos del país.
Parra expuso que el trasfondo de la traba por parte de los operadores de estaciones de servicios de PETROPAR de no ajustarse a los precios de combustibles establecidos por la empresa estatal radica en un trasfondo político.