Unas 50 personas ya fueron desvinculadas del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay por cuestionar y exigir transparencia a la administración del capitán Rafael Valdez, quien hoy se encuentra imputado por estafa y producción de documentos falsos. Alejandro Luis Buzó y Éver González, quienes se desempeñaron como voluntarios, detallaron a la R800 AM la penosa situación que pasan en el CBVP.
Entre las cuestiones denunciadas se encuentran numerosos casos, como el de Cecilia Mendoza que aparecía cobrando como funcionaria de la institución, cuando la misma afirmó, y fue comprobado, que se encontraba desvinculada de los Bomberos.
Otra situación fue la de Cristian Carrasco, que trabajaba en el CBVP y se le descontaba cada mes el costo del seguro de IPS. Sin embargo, cuando enfermó y requirió del Instituto de Previsión Social, se dio cuenta que no era así y que no estaba al día con su cobertura médica.
Además fueron expulsados del Cuerpo de Bomberos unos 50 voluntarios y otros tantos son amedrentados, por querer saber “qué se hizo con la plata que recibió Valdez en el 2015”.
El caso más significativo, que mancha al directorio del CBVP, es el de un posible desvío de 8.200 millones que el Ministerio de Hacienda aportó a los Voluntarios en el 2015. Ese monto fue justificado presumiblemente con documentos falsos. Donaciones de hidrantes, autobombas, y otros móviles que fueron donados por distintas entidades. Sin embargo, los directivos habrían hecho figurar que esos vehículos se adquirieron con dinero del Estado.
Caso de la Segunda Compañía de Trinidad
Éver González, comandante de la Segunda Compañía de Trinidad, fue dado de baja por haber solicitado respuestas sobre el manejo administrativo de la institución. Afirma haber sido “notificado” informalmente por teléfono, por un operador que le dice que tiene una orden superior, que cuando él se comunica a la central no debe ser atendido.
Los directivos habrían dejado fuera de servicio al cuartel de Bomberos de Trinidad, que es uno de los más grandes del país, por los continuos reclamos de su capitán que después de ser dado de baja, fue reivindicado por sus compañeros y sigue operando en la Segunda Compañía. “Está bien si estoy sancionado, pero no puede dejar una Compañía fuera de servicio con 33 años de historia”, cuestionó González.
Éver denunció al directorio de la institución por omisión de auxilio. Desde la Central le negaron una ambulancia porque tenían órdenes superiores de no atender a sus pedidos de frecuencia. Buzó, por otra parte, ratificó la denuncia y reclama la acción de la justicia, que hasta el momento imputó a Váldez y le otorgó medidas alternativas a la cárcel bajo una fianza de 700 millones de guaraníes.
Por otra parte, Buzó aseguró que el CBVP es una institución noble. Sostiene que hay que desvincular a los directivos, “porque estos no son bomberos son unos delincuentes”. Para él esta situación, “no es un problema de bomberos, es de seguridad pública y de corrupción”.