El caso de castigos inhumanos y discriminación racial fue en el centro Educativo Eustasio, en Puerto Gaitán, Meta. Allí 10 jóvenes indígenas de entre 12 y 16 años denunciaron violaciones a sus derechos fundamentales de educación, integridad física, salud y alimentación. La Corte Constitucional les dio la razón en una sentencia emitida este martes.
Los obligaban a comer el papel de sus cuadernos; los amenazaban con pegarles, desnudarlos o amarrarlos; les prohibían usar el baño en las noches; les metían las manos en inodoros sucios; los pateaban y les pegaban con varillas de hierro, según los testimonios de los jóvenes de la comunidad Cubeo Sikuani.
El centro educativo, creado en 2017 y con 5 sedes en el país, funciona como internado para atender la zona rural de El Porvenir. Más de 30 estudiantes –en su mayoría indígenas (43%)– reciben hospedaje, alimentación y educación en el lugar.
Fuente: Infobae.