Ante la abrupta ingesta alimenticia, el cuerpo humano sufre diversas alteraciones, entre ellas, sobrepeso u obesidad, ocasionando complicaciones como diabetes, hipertensión arterial y problemas cardiovasculares.
En este sentido, profesionales del Ministerio de Salud Pública recomiendan que durante la fiesta de fin de año se ingiera los alimentos en forma moderada y, en lo posible, no consumir aquellos muy azucarados o salados. Esto evitará el incremento abrupto de peso y complicaciones en personas con enfermedades crónicas.
Recuerde que el consumo abundante y la superposición de diferentes tipos de alimentos, puede afectar negativamente a su salud y desencadenar en molestias como: gastritis (inflamación del estómago), malestar general, nauseas, vómitos, acidez y, en ocasiones, puede desarrollar gastroenteritis (aumento de las deposiciones).
En el caso de que las personas padezcan de diabetes, se debe reemplazar el azúcar por edulcorante y preferir las cocciones más saludables, sustituyendo la grasa de cerdo por la de origen vegetal (margarina).
Es importante tomar conciencia de que una porción de cada alimento es más que suficiente para que el cuerpo se sienta satisfecho. Esto no significa dejar de comer, sino distribuir mejor los alimentos, incluyendo las frutas y verduras crudas. Se recomienda comer pausadamente.
Aquellas personas que sufren de hipertensión, diabetes o se hallan con un índice de triglicéridos elevado, no deben consumir la carne de cerdo por su alto contenido de colesterol. Por el contrario, deben optar por pescado, pollo o pavo.
También aconsejan no ingerir bebidas alcohólicas, si la persona no tiene un buen control de su azúcar (es decir mayor a 200), o tienen el triglicérido alto. Aquellas que no se encuentren dentro de este rango, pueden hacerlo con moderación y sin abusar de esta bebida. Nunca consumir alcohol con el estómago vacío, pues puede producir hipoglucemia, es decir, disminución del azúcar.