Sirindhorna khoratensis, que medía unos dos metros de altura por seis de longitud y pesaba una tonelada, fue bautizado en agradecimiento a la princesa Sirindhorn y a la provincia donde fue hallado, Nakhon Ratchasima, conocida tradicionalmente como Khorat.
El espécimen, un herbívoro que vivió en esta zona a principios del Cretácico hace unos 120 millones de años, difiere de otras especies de “Iguanodon” por su larga mandíbula que termina en forma de pico y porque cuenta con un pulgar afilado similar a un espolón.
“Encontramos 19 piezas craneales que fueron esenciales para determinar que se trata de una nueva especie de dinosaurio”, apunta a Efe Pratueng Jintasakul, director del Instituto Nororiental para la Investigación de Maderas Petrificadas y Recursos Minerales.
Las primeras evidencias fueron encontradas en 2007 durante una colaboración entre investigadores tailandeses y expertos paleontólogos del museo japonés Fukui. Tras un largo proceso para localizar y desenterrar todas las piezas posibles, los restos fueron analizados en un laboratorio japonés donde, al compararlos con otros especímenes, se confirmó la singularidad de la nueva especie de dinosaurio tailandés.
El pasado 30 de diciembre, el equipo de científicos presentó al mundo a “Sirindhorna khoratensis” al publicar su investigación en la revista científica PLOS ONE. “La princesa -Sirindhorn- tiene un gran interés por la paleontología”, asegura Pratueng.
Los expertos tuvieron que pedir permiso a la Casa Real de Tailandia para utilizar el nombre con el motivo de conmemorar el 60º cumpleaños de la princesa en 2015. El nuevo ejemplar se ha erigido como la pieza central del Museo de Fósiles de Khorat, donde también se exhiben unos 10.000 restos antiguos entre los que se encuentran otros dinosaurios, una decena de antepasados del elefante asiático y partes de bosques petrificados.
“Estamos en proceso de recolección de más restos encontrados, por ejemplo, un dinosaurio carnívoro, reptiles voladores, tortugas, cocodrilos y tiburones de agua dulce. Es posible que encontremos partes de restos más completos”, señala Pratueng. Tailandia es la nación del Sudeste Asiático con mayor riqueza de fósiles, asegura el experto, con tres importantes localizaciones dentro del país donde existen restos prehistóricos: Kalasin, Khon Kaen y Nakhon Ratchasima, todos ellos en la planicie de la región nororiental.
A tan solo tres kilómetros del museo, el paleontólogo muestra una zona delimitada, de unos 10 metros de largo por unos 5 de ancho, donde aún trabajan para desenterrar restos petrificados a tan solo medio metro de profundidad. El terreno arcilloso de Tailandia ha ayudado a preservar los fósiles, donde años atrás ya se encontraron dos especies no registradas: el Ratchasimasaurus y el Siamodon nimngami, miembros también de la familia del “Iguanodontia”.
En un futuro próximo, los organismos gubernamentales planean proponer a la Unesco el reconocimiento de los yacimientos como conjunto paleontológico. Ello supondría un empujón para atraer al sector turístico nacional y ubicar Khorat como la “ puerta a la paleontología en Tailandia”, apostilla el paleontólogo tailandés.
FUENTE: AGENCIA EFE