En todo el departamento unos 300 hogares fueron evacuados y, según el gobernador Carlos Silva, más de mil personas fueron afectadas por las inundaciones.
“Hace una semana estábamos rogando par que llueva porque teníamos secos los humedales”, dijo el jefe departamental quien no tardó en mencionar que ahora están “igualados” con las crecidas de los ríos Paraná y Paraguay.
“Solo en Pilar tenemos 300 familias afectadas y 100 familias evacuadas, porque sus casas quedaron bajo agua”, manifestó. A su vez explicó que fuera de la capital departamental, hubo otras 200 también tuvieron que dejar sus hogares; mientras que más de mil pobladores fueron afectados con las precipitaciones. “Perdieron sus producciones los agricultores y apicultores”, agregó.