En total, 18 niños indígenas fueron secuestrados para llevarlos a trabajar como “kapangas” en plantaciones de marihuana, según denuncia una mujer de la comunidad, identificada como Digna Morilla.
De los 18 menores, 10 ya volvieron con su familia, mientras que los otros 8 aún no lo hicieron y se presume que fueron ejecutados por los dueños de las plantaciones, ya que no se han tenido datos de ellos desde hace varias semanas, según informaron los corresponsales de La Unión en Pedro Juan Caballero Rodrigo Pedrozo y Adriano Ruiz Díaz.
Señaló que no tienen opciones, ya que, si se hace la denuncia contra los criminales, estos asesinan a sus hijos.
La mujer comentó que hace aproximadamente 5 meses otros cinco adolescentes de entre 12 y 14 años fueron acribillados, para luego ser arrojados a un costado de un camino vecinal también en Amambay. Estos menores también habían sido llevados para trabajar en plantaciones de marihuana.