Catalina Sánchez, funcionaria del servicio de guardería de la UNA, denunció que el director de Bienestar Institucional, José María González, cobraba directamente el costo por el servicio de atención de infantes, pese a que el dinero debe ser depositado a nombre de la alta casa de estudios con la entrega de las respectivas facturas legales. Unos 20 padres de familia entregaban G.500.000 mensuales por el costo del servicio al directivo.
La trabajadora también denunció la contratación irregular de personal, la existencia de planilleros y una serie de hechos de persecución hacia quienes denuncian los hechos de corrupción.
La funcionaria señaló al Dr. Emiliano Ibarrola Zárate, director general de Extensión y al Dr. José María González, director de Bienestar Institucional, como los responsables de los amedrentamientos.