La resolución que benefició al cura incluyó que Alexa cargue con los gastos de la defensa de Olmedo, dinero que el abogado Yúdice, según garantizó, rechazará pago alguno de parte de la joven, ya que simplemente defendió al sacerdote ejerciendo una “labor voluntaria”.
En ese orden, Yúdice dijo que “podría haber alguna responsabilidad” sobre el hecho señalado contra el sacerdote, pero que esa conducta “probablemente, al ser atípica, obviamente carece de relevancia penal sin perjuicio que hubiere una responsabilidad en otros ámbitos”.
Aclaró que su defendido nunca fue considerado inocente y que en todo momento admitió el hecho. No obstante, dijo que fue un suceso único y que “no hubo ni un antes ni un después, no hay ni una referencia ni algo específico”. “No tipifica el delito por el cual fue sometido al proceso”, expuso, en relación a la investigación con que cargó su cliente, caratulada como acoso sexual.
El Tribunal de Sentencia integrado por los jueces Leticia de Gásperi, Dina Marchuk y Hugo Segovia absolvió de culpa y pena al sacerdote Silvestre Olmedo, de la Parroquia San José de Limpio. La votación fue de 2 (Marchuk y Segovia) a 1 (De Gásperi).
El caso
El sacerdote Silvestre Olmedo fue acusado por la Fiscalía por acoso sexual a Alexandra Torres, suceso ocurrido en el año 2016 cuando la joven fue “invitada” al despacho del cura, donde ocurrió el delito. Segovia y Marchuk dijeron que no tiene dudas de que Olmedo manoseó a la joven. Sin embargo, a la misma vez argumentaron que “hacen falta otros actos” para condenarlo, además de que el hecho no fue “reiterativo”.
El sacerdote había admitió el hecho y dijo que actuó “inapropiadamente”. Por su parte, el monseñor Edmundo Valenzuela había pedido “no hacer una montaña de una piedrita”, minimizando la grave denuncia, aunque admitió que se había producido un “acto indecoroso”.