El equipo paraguayo ni se inmutó ante su debut en una competencia internacional, jugó con mucha solvencia, fue muy superior al rival y sacó una diferencia que hasta parecería corta por todo lo que desaprovechó en la primera etapa, cuando el equipo charrúa se mostró totalmente desorientado.
Apenas a los 4′, el equipo capiateño que oficiaba de local en Luque, tuvo la primera opción muy clara de gol en un cabezazo del zaguero Jorge Paredes, que pasó muy cerca del travesaño del arco uruguayo.
A los 15′, una grosera mano del zaguero De los Santos, permitió a Fabio Escobar convertir el primer gol histórico del Deportivo Capiatá en un torneo continental. El mismo Escobar tuvo después dos claras chances de aumentar el marcador pero su indecisión y mala puntería postergaron el segundo tanto del equipo paraguayo.
Danubio prácticamente no existió en la etapa inicial, fue borrado por el cuadro auriazul y la única acción con sensación de gol estuvo en los pies de Matías Castro, quien ensayó un remate colocado, espectacularmente desviado al córner por Tobías Vargas.
Capiatá no estaba conforme con la mínima diferencia y un poco frustrado por las ocasiones desperdiciadas en el primer tiempo, ingresó con todo en la complementaria, donde a los 49′ se encontró con un polémico penal a favor, pitado por el juez chileno Roberto Tobar y su asistente uno, al cobrar una mano clara, pero fuera del área del defensor charrúa Fernando Ricca.
Nuevamente de la pena máxima se encargó el artillero capiateño Fabio Escobar para aumentar la diferencia de 2-0. No conforme con ello, el equipo de Héctor Mareco siguió insistiendo, pues el rival no mostraba signos de recuperación y a los 67′, tras un perfecto centro de Ángel Martínez, el volante Blas Irala atropelló en el medio del área charrúa para poner un 3-0 contundente.
A ocho minutos del final, Danubio se acordó de que era el representante uno de su país, quiso reaccionar y llegó al descuento por intermedio del Matías Zunino, uno de los cambios ofensivos que le cambió la mentalidad en los últimos instantes al cuadro franjeado, que pudo haber achicado la diferencia aún más con un tremendo cabezazo de Fabián Canobbio, detenido increíblemente por un despierto Tobías Vargas, arquero capiateño.