El profesional refiere que las medidas preventivas se basan en cuatro ejes:
1. Control de la presión arterial más frecuente (al menos una vez por semana).
2. Consulta oportuna ante la persistencia de niveles aumentados de presión arterial (para ajustar la medicación).
3. Alimentación adecuada.
4. Ingesta de agua, sin esperar a tener sed (2 litros de líquido por día, mínimamente).
Al respecto, el doctor Ortellado detalla que, si una persona con hipertensión se controla habitualmente una vez por mes, en días de intenso frío debe hacerlo una vez por semana, con la recomendación de consultar con el médico ante la persistencia de niveles aumentados, de manera a que el profesional indique un ajuste de la medicación.
Asimismo, hace especial énfasis en que en esta época del año, la gente tiende a comer alimentos con más calorías, grasas y sal, práctica que insta a evitar. A esto también se suma el incremento del consumo de bebidas alcohólicas, lo que contribuye a la descompensación de personas que padecen cardiopatías.
Adicionalmente, el médico recuerda la necesidad de abrigarse bien y, por lo contrario a lo recomendado en días de intenso calor, practicar actividades físicas en el horario de 10:00 a 17:00, evitando en todo momento la exposición al viento. Desaconseja igualmente que las personas adultas mayores con antecedentes de problemas cardiovasculares salgan a la calle, en la medida de lo posible.
Por último, recuerda la importancia de estar vacunados contra la gripe y el neumococo, por lo que se hace fundamental controlar el carnet de vacunación y ponerlo al día si aún falta completar alguna de las citadas dosis.