“La chapa costaba hace tres años G. 38.000, y desde el 1 de julio va a costar G. 201.000, o sea, sube casi 400%”, criticó Jorge Samaniego, presidente de la Cámara Industrial Paraguaya de Motocicletas y Automotores (CIPAMA), subrayando que la motocicleta “es un producto para el pobre”, por lo cual le será muy difícil ahora la matriculación.
Aseguró que el objetivo es netamente recaudatorio, criticando más aún porque ni siquiera se trata de un impuesto a la moto.