“La primera premisa es que el niño no debe trabajar, porque ellos no trabajan, porque sino, es explotación. Esto es algo que debemos erradicar de manera definitiva de nuestras prácticas sociales”, expresó Teresa Martínez, ministra de la Niñez y de la Adolescencia, en comunicación con La Unión.
Señaló que uno de los problemas principales que se registra en nuestro país de manera particular es el criadazgo, práctica en la que los niños son sometidos a largas y pesadas jornadas laborales, lejos de sus familias y, en algunos casos, sin poder acceder a una educación.