“Cuando el contenedor ingresa a Encarnación en el 2019, provenía de Montevideo. La carga de electrónica no debe venir por contenedores, sino en aviones, por una cuestión de seguridad y tiempo. Esta carga llegó en avión hasta Uruguay y de allí vino en camión hasta Ciudad del Este”, explicó Ruiz en conversación con Buenas Tardes La Unión. Además, señaló que primero debe averiguarse cómo la carga llegó hasta Uruguay proveniente de sus países de origen.
Considera que el hecho que la fuerte custodia de seguridad que tiene nuestro país en los aeropuertos hizo que pretendan introducir estos artículos “por tierra, por una zona que no tiene nada que ver con los aeropuertos”. Finalmente, la carga fue incautada como contrabando y enviada a un depósito de la GICAL en Mariano Roque Alonso.
“Yo creo que evidentemente a este señor (Chams) sus socios lo engañaron y él le viene a reclamar a Aduanas”, expresó Ruiz, señalando que lo irregular en el caso hubiese sido que “la Aduana le venda mercaderías declaradas como contrabando justamente a un contrabandista que dice ser el dueño de los artículos, pero eso no ocurrió. Este señor se molesta y nos acusa de que supuestamente la comercialización de esas mercaderías se fue para su ‘competencia'”.
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Antecedentes
El director de Aduanas, Julio Fernández, presentó una denuncia ante el Ministerio Público contra el senador Martín Arévalo (ANR) por supuesto tráfico de influencias.
Señaló que el legislador colorado intentó intermediar en la designación de funcionarios en puestos claves de la Dirección Nacional de Aduanas y en la tramitación de sumarios administrativos y procesos administrativos de competencia de la institución.
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Esta semana, en diálogo con Enfoque 800 por La Unión, el mismo Fernández le había pedido al parlamentario, sin dar a conocer el nombre en ese momento, que presente una denuncia en contra del “verdadero dueño” del contenedor en cuestión, el cual había sido incautado como contrabando y que luego una buena parte de él fue robada del depósito de GICAL.
El dueño resultó ser el ciudadano libanés Ahmad Chams, según las denuncias.