“Estoy muy contento, porque finalmente pude conseguir que se compren los medicamentos para mis hijos. La vida de mis hijos no tiene precio, y que le quieran poner precio a los hijos, es algo demasiado grave. Yo solamente pido algo de humanidad”, expuso Melgarejo, oriundo de Ciudad del Este, en diálogo con Todas Las Voces por La Unión.
Melgarejo se había encadenado frente a la sede del Poder Judicial, situada en el barrio Sajonia de Asunción, para que dar celeridad a su caso, que ya llevaba tres años de haberse iniciado.