Se aconseja, en lo posible, no ducharse ni cambiarse de ropa luego de la agresión sufrida, de forma a realizar toma de muestras oportuna que servirá para enjuiciar al culpable.
La consulta médica debe efectuarse inmediatamente al hecho, y bajo ningún motivo debe postergarse.
Desde el servicio de salud, la víctima de violencia sexual recibe:
Examen médico y contención psicológica
La persona agredida es sometida a un examen médico para conocer su condición de salud y recibir el tratamiento que precisa, según el caso. Asimismo, recibe contención psicológica y acompañamiento por parte del personal especializado, para que logre superar esta etapa traumática.
Antirretrovirales
Medicación para impedir la adquisición de infecciones de transmisión sexual como el VIH.
Es fundamental que la víctima reciba medicamentos antirretrovirales, cuanto antes se proceda a la toma del fármaco, la probabilidad de infección se reduce.
Anticoncepción de emergencia
Otro procedimiento que está incluido en el Protocolo de asistencia a víctimas de agresión sexual es la prescripción de la pastilla anticonceptiva de emergencia. Ésta debe consumirse dentro de las primeras horas del hecho. Con esta medida, se puede impedir el desarrollo de un embarazo no deseado.
¿Qué hacer ante sospecha de abuso?
Casos de abuso que no registran aparente daño físico, pueden ser identificados con ayuda del personal de psicología, de ahí la importancia de acudir al servicio de salud más cercano para que la víctima reciba asistencia médica y acompañamiento psicológico.
Se alienta a la ciudadanía que, si conoce algún caso de violencia o sospecha que alguien (vecino, pariente o conocido) sea niño/a o adulto está siendo víctima de agresión sexual, remita su denuncia a la Fiscalía o a la Comisaría más cercana.