“Tiene una importancia enorme esta designación por la cercanía que se acrecienta con el Papa Francisco y su relación de afecto que él tiene con el Paraguay. Ahora será más directo ya con los encuentros y contactos con el monseñor Adalberto Martínez”, destacó Pedro Kriskovich, comunicador católico y docente, en diálogo con Mañanas Informales por Unión TV.
En ese orden, señaló que el cargo de cardenal es como ser un “príncipe de la Iglesia”, aunque aclaró, así como dijeron el Papa Francisco y el propio Martínez, “ser cardenal es ser príncipe de un rey que fue crucificado”. “Representa una mayor actitud de servicio y estar cerca del Santo Padre porque será su colaborador. El birrete rojo significa estar dispuesto a dar la sangre por amor a la Iglesia y al mundo”, expuso Kriskovich.
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Comentó que Martínez hasta ya una edad adulta, aunque aún siendo joven, trabajaba lavando platos en un local gastronómico para mantenerse a sí mismo y a su familia, mientras estudiaba economía. Señaló que después recién encontró su vocación sacerdotal y decidió estudiar teología.
Realizando un poco de recorrido por la trayectoria del futuro cardenal, Kriskovich citó que fue obispo auxiliar de Asunción, luego fue el primer obispo de San Lorenzo, más tarde fue obispo de San Pedro (había reemplazado a Fernando Lugo) y más adelante obispo de Villarrica, para finalmente ser arzobispo de Asunción.
Indicó que, con su designación como cardenal, Martínez quedó habilitado para eventualmente en el futuro, en un cónclave, ser elegido Papa. “Además de poder elegir Papa, ahora también podrá ser un potencial Papa. No sabemos. Solo Dios conoce”, finalizó.
Adalberto Martínez asumirá como cardenal en agosto próximo.