“En ese decreto, las ciudades como nosotros conocidas como ‘gemelas’ o ‘espejo’, no nos afecta”, dijo Stanley en conversación con La Unión, señalando que este documento es emitido cada 6 meses por la presidencia de Brasil y refrendado por el Congreso de ese país.
Aseveró que lo que tiene que ocurrir para revertir la situación económicamente caótica en Salto es que los presidentes de ambos países se reúnan para levantar las restricciones mediante un decreto que todas las medidas de la Receita Federal, de la Policía Federal y del Ministerio de Salud del Brasil, y que no sea una institución por vez, ya que eso ralentizará el objetivo de reactivar la economía mediante el ingreso de compradores de ese país.
Stanley, al igual que todos los comerciantes de esa zona limítrofe del país, espera que definitivamente se concrete la reapertura de fronteras entre Brasil y Paraguay, decisión que será llevada a cabo antes del 15 de octubre, según habían acordado la semana pasada Abdo y Bolsonaro.